¿Te imaginas poder controlar tu ordenador o tu teléfono con solo pensar? ¿O comunicarte con otras personas sin necesidad de hablar o escribir? ¿O acceder a una memoria ilimitada donde guardar y recuperar todos tus recuerdos? Estas son algunas de las posibilidades que promete Neuralink, la empresa de neurotecnología fundada por Elon Musk, el visionario empresario detrás de Tesla, SpaceX y PayPal.
En este artículo te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre Neuralink: qué es, cómo funciona, qué beneficios y riesgos tiene, y cuándo podrás usarlo. Si te interesa la ciencia, la tecnología y el futuro de la humanidad, sigue leyendo y descubre cómo Neuralink podría cambiar tu vida para siempre.
¿Qué es Neuralink y cómo funciona?
Neuralink es una empresa que se dedica a desarrollar interfaces cerebro-computadora (ICC) implantables, también conocidas como interfaces cerebro-máquina (ICM) o brain-machine interfaces (BMI) en inglés. Estas interfaces son dispositivos que se insertan quirúrgicamente en el cerebro y que permiten establecer una comunicación bidireccional entre el órgano más complejo del ser humano y una máquina externa.
El dispositivo de Neuralink consiste en un chip del tamaño de una moneda que se coloca en el cráneo y que está conectado a unos hilos muy finos y flexibles que se introducen en las zonas del cerebro responsables de las funciones motoras y sensoriales. Estos hilos contienen miles de electrodos que pueden registrar y estimular la actividad de las neuronas, las células nerviosas que transmiten la información en el cerebro.
El chip se comunica de forma inalámbrica con un dispositivo externo llamado Link, que se lleva detrás de la oreja y que actúa como un transmisor y receptor de datos. El Link se puede conectar con un ordenador o un teléfono mediante una aplicación, y permite configurar el dispositivo, monitorizar el estado del cerebro y enviar o recibir información.
¿Qué beneficios tiene Neuralink?
Neuralink tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las personas que sufren enfermedades neurológicas o lesiones cerebrales que afectan a sus capacidades motoras o sensoriales. Algunos ejemplos son el alzhéimer, el párkinson, la esclerosis múltiple, la epilepsia, el ictus, la parálisis o la ceguera.
Neuralink podría ayudar a estas personas al restaurar o potenciar sus funciones perdidas o dañadas. Por ejemplo, podría permitir a una persona paralizada mover una prótesis con su mente, o a una persona ciega ver imágenes generadas por una cámara. También podría ayudar a tratar el dolor crónico, la depresión o la ansiedad al modular los circuitos cerebrales involucrados.
Pero Neuralink no solo busca curar enfermedades, sino también mejorar las capacidades humanas. Al conectar el cerebro con una máquina, se abre la posibilidad de acceder a una inteligencia artificial (IA) superior a la humana, ampliar los sentidos más allá de los límites biológicos, almacenar y recuperar información con facilidad, comunicarse telepáticamente o aprender nuevas habilidades rápidamente.
Neuralink podría ser el primer paso hacia una fusión entre el ser humano y la máquina, lo que podría dar lugar a una nueva especie híbrida capaz de adaptarse mejor al entorno cambiante y competir con las amenazas potenciales de la IA.
¿Qué riesgos tiene Neuralink?
Neuralink también plantea una serie de riesgos y contras que no deben ignorarse. Algunos son técnicos, como la dificultad de implantar el dispositivo sin causar daños en el cerebro, la posibilidad de que se produzcan infecciones o rechazos, o la necesidad de actualizar el software y el hardware para evitar su obsolescencia.
Otros son éticos, como la privacidad y seguridad de los datos cerebrales, el consentimiento informado y voluntario de los usuarios, la equidad y accesibilidad del dispositivo para toda la población, o las implicaciones legales y sociales de modificar el cerebro humano.
Neuralink también podría generar conflictos morales, como la pérdida de identidad o autonomía personal al depender de una máquina externa, la deshumanización o alienación al perder el contacto con la realidad natural, o la desigualdad o discriminación al crear una brecha entre los que tienen el dispositivo y los que no.
Neuralink es un proyecto ambicioso y revolucionario que podría cambiar el mundo tal como lo conocemos. Pero también es un proyecto arriesgado y controvertido que requiere un debate público y una regulación adecuada para garantizar su uso responsable y beneficioso para toda la humanidad.
¿Cuándo podrás usar Neuralink?
Neuralink todavía está en una fase muy temprana de desarrollo y experimentación. La empresa ha realizado pruebas con animales como ratones y cerdos, pero todavía no ha obtenido la autorización para probar su dispositivo en humanos. Según Elon Musk, Neuralink espera iniciar los ensayos clínicos con voluntarios humanos a finales de 2023 o principios de 2024.
Sin embargo, no hay una fecha exacta ni una garantía de que Neuralink cumpla sus expectativas. El camino hacia una interfaz cerebro-computadora eficaz y segura es largo y complejo, y está lleno de incertidumbres e imprevistos. Además, Neuralink no es la única empresa que trabaja en este campo. Hay otras compañías e instituciones que también investigan y desarrollan tecnologías similares o complementarias.
Por lo tanto, es difícil predecir cuándo podrás usar Neuralink o alguna otra interfaz cerebro-computadora en tu vida cotidiana. Lo más probable es que primero se apliquen a casos médicos específicos donde los beneficios superen los riesgos. Luego se irán extendiendo a otros ámbitos donde haya demanda e interés por parte del público. Y finalmente se convertirán en algo común y accesible para todos.
Lo que sí está claro es que Neuralink representa un avance científico y tecnológico sin precedentes en la historia humana. Un avance que podría abrir las puertas a un nuevo paradigma de comunicación e interacción entre los seres humanos y las máquinas. Un avance que podría cambiar tu vida para siempre.
¿Te atreverías a probarlo?
¿Qué relación tiene Neuralink con Black Mirror?
Si has visto alguna vez Black Mirror, la serie británica de ciencia ficción creada por Charlie Brooker, quizás te hayas dado cuenta de que algunos episodios exploran escenarios similares a los que plantea Neuralink. De hecho, algunos fans han llegado a decir que Elon Musk se inspiró en Black Mirror para crear su empresa.
Aunque no hay ninguna confirmación oficial al respecto, lo cierto es que hay varias coincidencias entre las historias ficticias de Black Mirror y las posibilidades reales de Neuralink. Y el mes que viene se extraña la sexta temporada. Aquí te presento algunos ejemplos de las cinco anteriores (si no la has visto todavía, te aviso de que hay algunos spoilers):
- En el episodio The Entire History of You, los personajes tienen un implante llamado grain (grano) que les permite grabar todo lo que ven y escuchan, así como reproducir sus recuerdos en pantallas externas o directamente en sus mentes. Esto podría ser similar a lo que Neuralink pretende hacer al permitir almacenar y recuperar información desde el cerebro.
- En el episodio Be Right Back, una mujer usa un servicio online que le permite comunicarse con su novio fallecido mediante un chat basado en sus mensajes anteriores. Luego, el servicio le ofrece la opción de crear un clon robótico de su novio con su personalidad y recuerdos. Esto podría ser similar a lo que Neuralink podría hacer al permitir descargar y transferir la información del cerebro a otro cuerpo o máquina.
- En el episodio Playtest, un hombre se somete a una prueba de un videojuego de realidad aumentada que usa un implante cerebral para crear escenarios de terror personalizados basados en sus miedos. Sin embargo, el implante se vuelve inestable y le hace perder la noción de la realidad. Esto podría ser similar a lo que Neuralink podría hacer al permitir modificar la percepción sensorial y generar ilusiones o alucinaciones.
- En el episodio Men Against Fire, unos soldados tienen un implante llamado mass (masa) que les ayuda a combatir a unos enemigos llamados roaches (cucarachas) al mejorar sus habilidades y filtrar sus emociones. Sin embargo, se revela que los roaches son en realidad humanos normales a los que el implante les hace ver como monstruos. Esto podría ser similar a lo que Neuralink podría hacer al permitir manipular las emociones y los juicios morales.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo Black Mirror anticipa algunos de los escenarios posibles o probables que Neuralink podría crear o facilitar. Por supuesto, se trata de ficción y no hay que tomarlo al pie de la letra, pero sí sirve para reflexionar sobre las implicaciones éticas y sociales de esta tecnología.
Black Mirror nos muestra tanto el lado positivo como el negativo de conectar nuestro cerebro con una máquina. Nos muestra cómo podríamos mejorar nuestra vida, pero también cómo podríamos arruinarla. Nos muestra cómo podríamos ampliar nuestra humanidad, pero también cómo podríamos perderla.
Black Mirror nos invita a pensar si realmente queremos o necesitamos Neuralink, y si estamos preparados para asumir las consecuencias de usarlo.
¿Qué opinas tú?