Escribe Rick Smith: “Bigfoot puede estar en el patio de nuestras casas. Desde 1977, el gigantesco, peludo y maloliente ser ha sido detectado al menos siete veces en el oeste de Texas, según un pequeño grupo de investigadores”.
“Hay que ver para creer”, declaró Craig Woolheater, director del Texas Bigfoot Research Organization con sede en Dallas. Esta organización de 6 años de edad investiga los avistamientos de esta criatura, que también es conocida como sasquatch. Craig afirma haber confirmado siete avistamientos de Bigfoot en el oeste de Tejas desde 1977 hasta el 2001.
Las ubicaciones van desde la montañas Davis hasta el parque estatal San Ángelo, e incluyen El Dorado, Pecos, Big Spring y Garden City, así como el embalse Spence cerca de Robert Lee.
De acuerdo con los informes, los seres han arrojado piedras contra pescadores, han acechado a jinetes, se han asomado por las ventanas de los hogares y han amedrentado a los conductores.“Jamás he vuelto a sentir tanto miedo”, dijo un testigo a uno de los investigadores de la organización con sede en Dallas. Pero no hay nada que temer. “No estamos lidiando con un monstruo, ni un eslabón perdido, ni un extraterrestre”, manifestó Woolheater. “Lo que estamos buscando es un primate de carne y hueso”.
Los científicos no han encontrado evidencia alguna sobre la existencia de este ser, pero los investigadores universitarios no están precisamente afanándose por hallar evidencia, dijo Woolheater. “Los científicos no quieren saber nada del asunto… temen poner sus carreras en jaque si se arriesgan a meterse en el tema”.
Woolheater afirma que su grupo recibe 150 informes al año, mayormente provenientes de Texas, Oklahoma, Luisiana y Arkansas, explicando que los investigadores voluntarios, incluyendo algún personal del orden público y ex militar, entrevistan a los testigos y recopilan evidencia. Muchos de los supuestos avistamientos son fraudulentos o bromas y se hace caso omiso de ellos. Pero si los informes resultan ser fidedignos, entonces se les publica en la página web del grupo, www.texasbigfoot.com
Aunque la mayor parte de los avistamientos en Tejas toman lugar en la mitad oriental del estado, las criaturas parecen seguir el cauce del río Colorado y sus tributarios hacia el oeste de Tejas. El grupo ha podido confirmar los siguientes casos:
Cerca de Big Spring, agosto de 1996: Un hombre cuya familia vive en la ruralía a 5 millas al este del poblado se despertó una noche debido a los ladridos de sus perros a eso de la medianoche. Pudo ver como una criatura de 8 pies de alto se asomaba por la ventana de la cocina. “Mientras que cargaba mi rifle, pude escuchar un aullido extraño que venía de traspatio. Eso me hizo apresurarme, ya que pensé que aquello no tardaría en meterse en la casa”.
Imperial, condado de Pecos, febrero de 2000: Dos personas vieron una “criatura grande y peluda” mientras que cazaban conejos. Uno de los testigos dijo que la criatura “no se parecía a nada visto antes” y caminaba erecta como una persona “pero no era una persona”.
El Dorado, verano u otoño de 1990: Un niño de 5 años de edad se despertó en la noche para presenciar que algo le estaba mirando desde la ventana de su cuarto. La criatura le enseñó los colmillos y el niño salió gritando en busca de su madre.
Condado de Jeff Davis, al noreste de Marfa, octubre de 1977: Tres hombres que conducían hacía Midland detectaron una criatura al lado de la carretera. “Tenía una cabeza muy grande, ojos grandes y pelambre espeso. El cuerpo estaba cubierto de un pelambre sumamente denso; caminaba encorvado y tenía los brazos muy largos. Despedía un olor muy potente, como a basura”.
Parque Estatal San Ángelo, octubre de 1986: Una mujer que cabalgaba cerca de una cordillera pudo ver una criatura de gran tamaño entre los matorrales. “Era muy oscura y casi me mató de miedo”. Afirmó que el ser estaba cubierto de pelo.
Condado de Glasscock, 10 millas al noroeste de Garden City, julio de 2001: Un hombre, su madre y dos nietos estaban cazando víboras de cascabel cuando detectaron un par de seres que se desplazaban por una cantera de caliza. “Eran enormes y oscuros”, dijo el hombre.
Sobre el Embalse Spence, Condado de Coke, otoño de 1988 o 1989: Dos amigos estaban pescando bajo el puente del río Colorado en el 2059 de Farm Road por la noche cuando tuvieron un encuentro cercano con algo que les rugió, les arrojó piedras e intentó perseguirlos hasta su camioneta. “Jamás he vuelto a ese lugar porque me dio miedo”, dijo uno de los pescadores. “Y lo malo es que se trata de un gran lugar para pescar”.