Así, el pasado 7 de julio, un grupo de bomberos, técnicos, catedráticos de universidad, y arqueólogos, con el objetivo de llegar y explorar lugares inaccesibles para descubrir y entender mejor el mundo. El camino se encontraba camuflado por la vegetación y serpentea en medio de paredes verticales, casi inexpugnables, señala el SGN.
Concretamente, se sitúa por la cima del Monte Viejo, que presta su nombre a la ciudadela. Sólo las técnicas de progresión vertical utilizadas por los espeleólogos de Ukhupacha podían llevar hasta allí a los arqueólogos peruanos que siempre habían soñado con llegar a esas alturas, inaccesibles para ellos.
La calzada de un metro de ancho es de mampostería de piedra y los muros que sostienen el talud alcanzan una altura de cuatro a cinco metros. Además, según el director del Santuario de Machu Picchu, Fernando Astete, hay evidencias de una portada inca y las primeras investigaciones indican que se trata de una ruta de carácter sagrado por la que sólo transitaban personas con una preparación espiritual y que participaban de los ritos de culto.
En los próximos días se realizará una nueva expedición para precisar el recorrido y la longitud del camino en el que se aprecian varios tramos colapsados. Desde que comenzara en 2002 Ukhupacha sus trabajos, que en quechua quiere decir ‘el mundo de adentro’, ha ayudado a sacar a la luz templos, tambos, puentes, enterramientos, entre otros.